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Estamos en la era de la información, pues nunca antes la información había se había transportado tan sumamente rápido y a tan gran escala. Es por eso que el concepto de marketing intelligence es tan actual y puntero, pues hace referencia a la importancia de los datos para llevar a cabo estrategias de marketing.
Si no tenemos datos, no sabemos cómo se comporta nuestra audiencia. Si no podemos extraer datos de comportamientos y tendencias, desconoceremos del todo a los diferentes nichos de mercados a los que nos podemos dirigir. Es por esto que implementar una estrategia de marketing intelligence es vital para poder ir un paso más allá y aportarle un valor añadido al cliente optimizando nuestros servicios y amoldándolos más a su perfil.
Por otra parte, los usuarios también están saturados de información con la que están bombardeados constantemente. Por tanto, es primordial para las empresas posicionarse por encima de todo ese ruido informativo y promocional con el fin de resaltar y permanecer en la mente de consumidores potenciales.
Ciertamente, son conceptos con muchas semejanzas. Pero podríamos decir que el marketing intelligence va más allá de un simple estudio de marketing. Los estudios de marketing tienden a ser más puntuales y responden a una necesidad concreta de conocer a su audiencia más profundamente.
Por su parte, el marketing intelligence es más general y responde a las necesidades de una empresa de forma transversal. Así pues, aunque utilicen técnicas similares, el concepto de marketing intelligence consiste en realizar un análisis permanente y continuo sobre nuestra audiencia, sus características y necesidades cambiantes.
De esta forma, las empresas que implementan el marketing intelligence en su filosofía de trabajo pueden tomar decisiones de forma más fluida, fundamentada y certera, pues recopilan datos útiles y específicos para mantenerse en la ola de su mercado.
Como hemos mencionado, estas técnicas son similares a las que emplean los estudios de mercado más usuales. Así pues, algunas técncias de marketing intelligence básicas, pero muy eficientes son:
La técnica de grupos focales consiste en seleccionar manualmente a un conjunto de personas con el objetivo de extraer una muestra del público objetivo de la empresa. A continuación, un moderador lanza una serie de preguntas al grupo para que estos las contesten, e incluso para que debatan
Evidentemente, las cuestiones que se tratan en el grupo focal han de haberse meditado y tener un trasfondo sujeto de ser analizado. De esta forma, se han de formular preguntas que de forma directa o tangencial aludan a algún aspecto de la empresa, del producto o del propio comportamiento de la audiencia objetivo.
A diferencia de los cuestionarios abiertos en los que los usuarios han de rellenar varios campos de longitud variable, las encuestas son un método rápido y poco intrusivo de obtener información. Si bien puede que la información obtenida no sea tan sugerente, mucha más gente enviará la encuesta completa. Es por eso que hay que planear muy bien qué información se quiere extraer a partir de ellas.
Estas encuestas pueden llevarse a cabo en redes sociales o plataformas de vídeo como YouTube pago mediante, pero también puede organizarse una campaña de email marketing. Actualmente, el correo es el medio virtual con mayor tasa de apertura y, por ende, de efectividad en cuanto a impacto.
Podemos darle rienda suelta al equipo de marketing para que haga pruebas. Es difícil planear una estrategia de marketing intelligence infalible sin ningún ensayo ni experimento previo. Es por ello que podemos someter a nuestra audiencia a tests A/B con pequeñas o grandes diferencias de copy o diseño en cada versión de la página que les mostremos y comprobar con datos en mano cuál funciona mejor en cuanto a conversiones.
Otra idea experimental es lanzar productos de reciente penetración en el mercado en países o regiones concretas antes de lanzarlos a mayor escala para verificar cómo reacciona una muestra concreta de la población y medir qué resultados se obtienen.
Un formato parecido a las encuestas, aunque un tanto más industrioso de rellenar para el usuario. Es fundamental que entendamos que el esfuerzo cognitivo que ha de realizar un usuario a la hora de completar un formulario o cuestionario más largo o de respuesta abierta es significativamente mayor. Por eso, si el usuario se aburre o se agobia, dejará la encuesta a medio contestar sin enviar o, en el mejor de los casos, se saltará campos.
El departamento de marketing y diseño deben colaborar para crear formularios adaptados a la experiencia del usuario. En caso de que consigamos obtener una cantidad de datos importante en un envío exitoso de cuestionarios, habremos conseguido información muy valiosa en el plano cuantitativo y, especialmente, cualitativo.
Tener bien tejida una estrategia de marketing intelligence es un activo muy relevante para cualquier negocio. Con el marketing intelligence pueden obtenerse datos cuantitativos con los que podemos analizar las ventas por productos y por tendencias. Asimismo, pueden extraerse una gran cantidad de datos cualitativos, que arrojan más luz sobre las opiniones de nuestra audiencia objetiva e indican el camino a seguir para mejorar.
En otras palabras, una estrategia de marketing intelligence integra una visión holística que permite determinar qué funciona y qué no de cara a nuestros consumidores objetivo.
Es por esto que queremos iluminarte dándote una serie de consejos que pueden servirte como pasos por recorrer para confeccionar la estrategia de marketing intelligence correcta:
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